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La Legión, con sólo nombrar estas dos palabras cualquier persona en España puede sentir muchas cosas, a favor o en contra; estas ocho letras rezuman lo que cualquier estratega militar desearía tener de su lado para ganar batallas.
Las guerras coloniales en el norte de
África y la continua sangría de tropas de recluta forzosa, hicieron pensar a nuestro fundado, D. José
Millán Astray, que lo que España necesitaba era una unidad militar profesional, de voluntarios, de hombres que quisiesen estar allí por el simple hecho de servir a su Patria, con ello se evitarían las revueltas que habían ocurrido en la península por el
envío de tropa de recluta forzosa
Aunque creada el 28 de enero de 1920 por Real Decreto, la fecha “oficial” y festejada es la del 20 de septiembre de 1920, que fue la fecha en la que se alistó el primer legionario; a estos se les
ofrecía todo lo que en aquellos tiempo a muchos hombres se les negaba en la vida civil, un sueldo digno, un futuro en la milicia, vivienda, comida, y llegado el caso, honores y gloria.
Aunque es más conocida actualmente como La Legión, su nombre inicial es la de Tercio de
Extrajeros, con ello se quería hacer algo a semejanza de la Legión Extranjera Francesa, modelo en el que se basó
Millán Astray para su creación y que tan buenos resultados daba a la vecina Francia. Una unidad de hombres venidos de cualquier parte, donde no importaba el color de piel, el
país de procedencia, la forma de pensar de cada uno…, nada, una vez dentro, todos eran legionarios y todos se
regían por el “Credo Legionario”, código de conducta creada por el fundador bajo la influencia del
Bushido japonés (
Millán Astray fue el traductor de esta obra al castellano en los años 20) y que buscaba conseguir una unidad
cohesionada, dispuesta a actuar como tropas de choque sin temer a la muerte.
El Credo está formado por doce Espíritus que debe cumplir todo caballero legionario. El Credo es, además, una guía de conducta fácil de memorizar a fin de permitir su mejor aprendizaje por parte de legionarios iletrados o extranjeros. Unida a las ceremonias, a la uniformidad exclusiva de la Legión, a las tradiciones y al llamado "Culto a la muerte", el Credo conformaba la base de la llamada mística
legionaria, creada conscientemente por su fundador, y cultivada con afán por el cuerpo desde entonces.
Poco tiempo tardo el Tercio en ir forjándose la leyenda que ostenta,
África, Asturias, Guerra Civil,…., y es debido a esta última por la cual hoy en día La Legión sigue pagando el haber estado en uno de los dos bandos, en el que a la postre fue el vencedor, a ello se le une el que uno de los
cofundadores junto a
Millán Astray, fuese D. Francisco Franco
Bahamonte, que durante 40 años “gobernó” España hasta su muerte en 1975. Hoy en día los sucesivos gobiernos “democráticos” se han ido deshaciendo de las distintas Banderas
legionarias; en
Ceuta y
Melilla, por ejemplo, tan sólo queda una Bandera en cada ciudad autónoma, cuando dichas guarniciones están
estratégicamente ubicadas allí para mantener inactivas a las huestes
marroquíes que como ya vimos en los años 70 del pasado siglo tan solo esperan una mínima oportunidad para
hacerce con un territorio que nunca fue suyo.
Terminada la Guerra Civil, La Legión regresa al
Sahara, y es allí entre los años 40 y 70 donde se escriben las últimas páginas gloriosas en acciones de combate.
En los años 90 comenzaron las misiones internacionales, Bosnia
Herzegovina,
Albania,
Kosovo, Macedonia,
Iraq, Congo,
Líbano…., en todos estos lugares ha estado desplegada La Legión en misiones
humanitarias y de
pacificación; actualmente el
IV Tercio acaba de terminar su
despliegue en
Afganistan donde han seguido forjando la impecable historia de la unidad que la ha hecho ser una de las unidades más
lauredas del Ejercito Español.
El actual gobierno “socialista” es el que más daño está haciendo a la Gloriosa Historia de La Legión, una ministra que jamás ha sabido nada del Ejército y mucho menos de La Legión, se está encargando junto con los Altos Mandos Militares (
políticos) de quitarle esencia personal, identidad, tradiciones, cosas por las que son conocidos sus miembros allá donde van, que
acrecentan el espíritu de grupo y por cuya sola presencia levanta
espectación allá donde va.
Mis palabras, aunque lo intente, no son imparciales, no lo son porque desde pequeño he estado viendo el verde sarga, porque de mayor he formando parte de una de sus Banderas, porque he aprendido los inmensos valores que tan sólo allí te enseñan y que hoy en día deberían enseñar hasta en los colegios.. La Legión es lo que es la milicia pero multiplicado por 1.000.000; por eso, cuando
oigáis a alguien que habla mal de La Legión, que la critica, que la menosprecia…., eso es simplemente porque no han vestido el sarga, no han llevado la camisa abierta, no han cantado el Novio de la Muerte en posición de firme o no ha tenido la borla del
chapiri corriendo por su frente,…, en definitiva, no ha sido Caballero Legionario.