viernes, 30 de julio de 2010

jueves, 29 de julio de 2010

Caminatas de Verano











Ahora en verano, con el calor que hace, no se puede estar más tarde de las 11 en la calle pateando, el calor es brutal y la sensación de agobio (al menos en mi caso) inmensa. Todo salida que se haga la suelo/solemos hacer a partir de las seis y media de la mañana y procurando terminar sobre las 11.
Este recorrido que va desde el hotel Trip Guadalmar hasta el final de la escollera del puerto deportivo de Benalmadena lo hemos hecho 2 veces; desde Guadalmar hasta el final de la playa del Bajondillo en Torremolinos vamos por la orilla de la playa, desde el Bajondillo hasta Puerto Marina lo hacemos por el paseo marítimo.
A esas horas no suele haber mucha gente, los típicos que pasan la noche de moraga y están durmiendo en los sacos o sobre la arena con toallas, los operarios de limpieza de playas, las parejitas que siguen pelando la pava... En el tramo de paseo marítimo hasta Puerto Marina es todo muy distinto, hay mucha gente corriendo, en bici, los guiris desayunando, jóvenes que vienen de fiesta.
A la vuelta todo es distinto, y eso que aún venimos muy temprano, la playa ya está muy llena de gente que nos suelen observar al pasar nosotros andando a nuestro endiablado ritmo; la vuelta no me gusta mucho, sobre todo la parte del Bajondillo a Guadalmar, porque es casi una hora por arena de playa y ya vengo reventado, el hotel de donde salimos se ve a lo lejos todo el rato y parece que nunca vas a llegar. Justo antes de llegar al hotel o justo después de salir (según se mire) pasamos por la playa nudista de Málaga (que por otro lado es una de las zonas de cruising de la ciudad).
Yo me suelo pesar los miércoles, (ya se que hoy es jueves), así que bueno: 80 y subiendo.....

miércoles, 28 de julio de 2010

Vi, 23-07-2010 - Nuevo Tatuaje de Quino


































El dolor dicen que es sicológico, pero todos hemos sentido dolor; muchas veces duele más un gesto o una palabra que una herida física.
Un tatuaje es algo que nos va a acompañar el resto de nuestra vida, por ese motivo debemos calcular y tener presente cada uno de esos dibujos que nos vamos a poner en la piel; cada vez que nos veamos uno en el cuerpo debemos sentir lo que nos impulsó a ponérnoslo.
Hace muchos años, en el 2001, cuando hice mi primer Camino de Santiago, me encontré a un francés que también hacía el Camino, él no hablaba castellano y yo no hablaba ni francés ni inglés, pero nos entendíamos con los gestos y palabras sueltas, este chaval era tatuador y llevaba su equipo encima, le iba haciendo tatuajes a la gente a lo largo del viaje y así se iba ganando la vida esas semanas, me contó que estaba casado y tenía una hija (el chavalito era muy muy joven), que había aprendido a tatuar en la Guayana Francesa y que ahora estaba buscando no sabía todavía el qué (y eso que nos quedaban apenas 4 días para llegar a Santiago) en el Camino. Estuve mirando los muchos dibujos que tenía y al final elegí la raspa de un pescado y el lugar para ponerlo, que seria en el tobillo, cuando acordamos el precio y ya todo parecía que iba a llevarse a cabo, este chico, me dijo lo que yo he puesto arriba, que un tatuaje es algo muy personal y que siempre va a estar con nosotros, que cada uno de ellos tiene que tener un significado muy especial y que dentro de años no nos arrepintamos de habérnoslo hecho, por eso aquel día yo no me hice la raspa y siempre que pienso en hacerme tatuajes me acuerdo de aquel chaval francés.
El viernes pasado tuve el Honor de ser testigo de como mi amigo Quino se hacía un nuevo tatuaje (ya no le queda espacio en la espalda, jeje), un tatuaje de los que uno lleva con orgullo, de los que se sienten y tienen su historia. También fui afortunado porque el tatuador me permitió estar haciendo fotos (99 en total aprovechables) y así dejar plasmado el proceso de creación de esta pequeña joya.
El 3 de septiembre Quino tiene fecha para seguir haciéndose algunos más, y yo ya se lo que quiero y casi todos los lugares donde los quiero; pero eso será en octubre.